domingo, 11 de marzo de 2007

El agua de San Juan está en peligro de extinción



La cuenca endorreica más importante de Argentina, en cuanto a su superficie, es la del río Desaguadero, que pertenece a la vertiente Atlántica. El intenso aprovechamiento de sus aguas hace que en la actualidad su caudal superficial se agote antes de desembocar en el río Salado, tributario del río Colorado, que es quien entrega en el Atlántico.

La introducción de referencia, le permite al ingeniero en minas, Hugo González, sostener que “esta conexión continua a través del subsuelo y que, aunque no se cuente con documentación que lo avale, sabemos que los ríos San Juan y Jachal pertenecen a esta cuenca y toda la provincia de San Juan se concentra en estos dos colectores, cuyos regímenes se asocian estrechamente con la disponibilidad hídrica de las precipitaciones líquidas, sólidas y los glaciares de la alta cordillera”.
Los proyectos mineros de Barrick Gold, de Veladero y Pascua Lama, se hallan asentados sobre las nacientes del río Las Taguas que con ese nombre se une al río Valle del Cura, luego Blanco hasta el dique Cuesta del Viento y a partir de allí nace el río Jachal, que se extiende hasta las “Ciénagas Verdes”. Desaparece de la superficie y su cauce seco transporta agua en forma esporádica, integra las subcuenca subterránea del río Bermejo (Superior e Inferior) hasta el Desaguadero del Bermejo (barrales o lagunas temporales) y pasa a formar parte del río Desaguadero. Así escurre la vertiente norte.
El caudal sur, en cambio, origina el río San Juan, y en sus nacientes también pretenden explotar dos proyectos mineros mediante el método a tajo abierto por lixiviación de compuestos químicos con cianuro y ácido sulfúrico, como los de Barrick pero en esta ocasión se trata de Pachón y El Casposo, entre otros casos aun en etapa exploratoria o de factibilidad. La cadena de arroyos y ríos menores que se verán afectados es de importancia: los arroyos Pachón, Mondaca y Mondaquita tributan en el río Santa Cruz y éste en el río de Las Lagunas para formar el río Blanco, que entrega su caudal al río Los Patos, afluente del castaño, precisamente donde se halla el proyecto minero El Casposo formando el río San Juan. El río que lleva el nombre de la provincia concluye en el río Desaguadero del Bermejo, pasando a formar parte del río Desaguadero. “He aquí como confluyen ambos surcos de agua”, recuerda, el ingeniero en minas Hugo González, y vale como introducción al debate central: dos cuencas cubren la provincia del río San Juan, río Jachal y río San Juan, en sus nacientes, en las altas cumbres de la Cordillera de los Andes, ya comenzó el megaproyecto de minería metalífera para extraer oro, plata, cobre, molibdeno y, en menor cantidad, plomo, mercurio, y otros minerales críticos y estratégicos que las transnacionales de la minería suelen ocultar sin hacerlos figurar en el motivo de la explotación. Nos referimos al lado argentino, no olvidemos que los minerales se hallan en ambos limites y serán capturados mediante un tratado de Implementación Conjunta Argentino-Chileno, que cede el territorio en una extensa franja en la cima de los Andes, a las corporaciones del norte. Chile padece lo mismo, pero en otras cuencas, ríos y glaciares. La actividad que generarían los dos gigantescos complejos mineros de San Juan (y de Chile) que hemos nombrado, Pachón-Pelambres y Veladero ya en funcionamiento y Pascua Lama, nos permite afirmar que el agua en esta provincia tiene los días contados. Para ello deberíamos reconocer que Barrick altera deliberadamente cifras, datos y presenta un informe de impacto ambiental (IIA) cuestionado por múltiples instituciones intermedias de los dos países. Barrick afirma, en sus presentaciones de factibilidad, que el principal insumo de sus proyectos Veladero y Pascua Lama es la cal y en segundo lugar el cianuro de sodio. Creemos oportuno decir que estamos siendo ofendidos y estafados, porque el principal insumo de estos emprendimientos es el agua y el segundo corresponde a la energía.
Está visto que al no pagar por ellos, no los tiene en cuenta, al mismo tiempo que tamaña omisión le permite eludir que se repare en los consumos del agua y de la energía. Barrick usará energía en los complejos Veladero y Pascua Lama (incluido el proyecto contiguo, Penélope) equivalente a la que produce la central nuclear Atucha; más de 300 MW de potencia instalada; la obtendrá de una línea minera que transportará la energía de 500 Kv., que paga actualmente el pueblo de San Juan en sus boletas de luz, y verterá y quemará gas oil a 0,40 centavos el litro, porque una de las tantas leyes que benefician a las transnacionales las exime de impuestos a los combustibles. Por lo visto, para Barrick la energía no es un insumo relevante. En el IIA apenas dice que “la energía eléctrica será abastecida a través de una línea de alta tensión”, sin mayores alusiones. ¿Y el agua?, otro caso indignante, las mineras no pagan por ella. Barrick dice que consumirá en el proyecto total de Veladero, 110 litros de agua por segundo, cuando la literatura académica advierte que para semejante proyecto que ya está en marcha el consumo ronda el metro cúbico, es decir, 1000 litros por segundo. La demanda máxima de agua en Pascua Lama -dice Barrick- fue estimada en 350 litros por segundo y será abastecida desde el río Las Taguas, en Argentina, para uso minero industrial del proyecto, procesamiento del mineral y en el deposito de colas, además de otros usos menores (IIA de Knight Piésold Consulting de Pascua Lama, Sección 3.2.8), pero conforme a nuestras observaciones ratificadas por el Manual de la Oficina de Minas de os Estados Unidos, datos calculados por la magnitud del complejo que nos ocupa, Pascua Lama utilizará más de tres metros cúbicos de agua por segundo, es decir, tres mil litros por segundo. Cuando funcionen a pleno los proyectos Veladero, Pascua Lama y Penélope, la empresa Barrick debería responder por un consumo de agua superior a los cuatro mil litros por segundo. Sabemos que cada vivienda del Gran San Juan promedia un consumo de 2,3 metros cúbicos por día, es decir, 2300 litros por día (cada habitante del Gran San Juan consume diariamente 0,560 litros). Una simple comparación nos lleva a estimar que el agua que consume una familia tipo en un día, Barrick lo gastará en un segundo. Utilizará el agua que fabrica la Cordillera, dejará sin agua a la provincia de San Juan, contaminará el resto que pueda escurrir laderas abajo y, además, no pagará lo que consuma ni la descomunal destrucción de los ecosistemas.

Citamos en un solo ejemplo, pero la provincia de San Juan se ve amenazada por muchos emprendimientos mineros de semejante magnitud al de Pascua-Lama. De consolidarse la invasión minera habrá que estimar el impacto del Pachón y de Casposo, y los casi cuarenta complejos extractivos que se anuncian en esta provincia cuyana.
Con los proyectos de Pachón, Casposo, Penélope, Veladero y Pascua Lama, los habitantes de ésta provincia se quedaran sin agua, e imaginar el daño multiplicador de una treintena de nuevos proyectos que esperan en las gateras de esta región, supone un ejercicio masoquista, aunque inevitable. No hemos calculado aquí el agua que requiere la actividad agrícola de San Juan. No fue necesario. Con estos datos y un poco de sentido común, vemos como la agricultura cederá su espacio al desierto minero. En realidad, las transnacionales del saqueo usurparán el espacio de la agricultura y de los asentamientos humanos. Hace apenas unos días consiguieron otro gran triunfo, que se creara la Secretaria de Minería con rango Ministerial. Ahora tienen el camino libre. Seria inmoral la pasividad del pueblo, si solo se moviliza al comprobar tardíamente que:

¡EL AGUA DE SAN JUAN YA NO EXISTA!

1 comentario:

shaku dijo...

esta bien ke haya un blo asi!

^^
www.fotolog.com/shakuu